En Sa Ràpita, Mallorca, se encuentra esta majestuosa finca de 51,000 m², que combina privacidad y proximidad a las playas más bonitas de la isla.
La propiedad está rodeada de árboles frutales y dispone de invernadero, ofreciendo un entorno ideal para el cultivo y el ocio.
La casa principal, de estilo mallorquín, tiene una superficie de unos 500 m² y se complementa con una casa de invitados, almacenes, amplias terrazas y porches. El exterior destaca por una gran piscina, que proporciona un espacio perfecto para el ocio y el relax.
Esta finca es un refugio idílico para aquellos que buscan un estilo de vida tranquilo y auténtico en Mallorca.
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